Esta
narradora y dramaturga de frondosa producción y notable manejo del humor,
acreedora de numerosos premios, incansable buscadora de rarezas literarias,
explora la palabra en todas sus dimensiones, desde la novela o el cuento hasta
la dramaturgia, sin privarse de la poesía, los libros para niños o las comedias
románticas por entrega para teléfonos celulares desde que, en 2005 y 2006, Movistar lanzó dos
novelas suyas por SMS. Su versatilidad para contar historias en distintos
formatos y para gente de todas las edades, parece no tener límites. Afirma que escribe sin
disciplina, azotada por momentos de creatividad y que, si escribir la angustia,
es porque el material está vivo.
Patricia Suarez
Nació en Rosario en
1969. Hija de un matrimonio mixto, recibió educación religiosa judía, católica
y metodista Hizo estudios de Psicología y Antropología en la Universidad
Nacional de Rosario y de dramaturgia con el maestro Mauricio Kartun. En 1994, conoció al escritor Elvio
Gandolfo, quien la animó a escribir, ese mismo año publicó su primer
cuento en la revista V de Vian y en 1997 recibió el Premio Haroldo Conti
para Jóvenes Narradores de la Provincia de Buenos Aires y el Premio Monte Ávila
por el cuento para niños Historia de Pollito Belleza. Publicó las
novelas Aparte del Principio de la Realidad (Editorial Municipal de
Rosario, 1998) Perdida en el momento (Premio Clarín de Novela 2003), Un
fragmento de la vida de Irene S. (Colihue, 2004), Álbum de polaroids
(La fábrica, 2008), Causa y efecto (Punto y Aparte, 2008) y Lucy (Plaza
y Janés, 2010), los libros de cuentos Rata Paseandera (Bajo la Luna,
1998), La italiana (Ameghino, 2000) y Esta no es mi noche
(Alfaguara, 2005), los libros de poemas Fluido Manchester (Siesta,
2000), Late (Alción, 2003) y Secreto desencanto (Vox, 2008) y
numerosos libros para niños, entre los que se encuentran Historia de Pollito
Belleza (Monte Ávila, 1999), El Cochero Rata (UNL, 2003), Habla
el Lobo (Norma, 2004), Amor Dragón (Alfaguara, 2007), Habla la Madrastra (Norma,
2009) y la novela Las memorias de Ygor (Colihue, 2004). En 2005 y 2006
la compañía Movistar lanzó por SMS dos comedias románticas para adolescentes: Switch
y Bonus Track, convirtiéndola en la primera escritora latinoamericana de
novelas para celular. Como dramaturga escribió, entre otros, Valhala, la
trilogía Las polacas, (Premio Fondo Nacional de las Artes 2001, nominada
al Premio Trinidad Guevara), La Varsovia (Premio Instituto
Nacional de Teatro 2001), Edgardo practica, Cósima hace magia (premio Scrittura
de la Differenza), Roter Himmel (Premio Argentores a la Producción
2005), La Bambola (Premio del
Instituto Nacional de Teatro, 2007), las dos últimas escritas junto a María
Rosa Pfeiffer. Recientemente estrenó La tarántula dirigida por Héctor
Oliboni en el Teatro del Pueblo y Negra leche del alba bajo la dirección
de Corina Fiorillo en el Teatro Tadrón. Entre innumerables distinciones,
recibió el Premio Fondo Nacional de las Artes, el Premio Instituto Nacional de
Teatro, el Premio Secretaría de Cultura de la Nación (2001), el Premio Clarín
de Novela (2003), el Premio Argentores y los premios Revista Cosecha Ñ, 2007 y
Mario Vargas Llosa NH de Relatos, 2005.
Se
dijo de ella
…
En los relatos de Suárez, las voces de las niñas parecen aportar no sólo los materiales
imaginarios sino también el tono y el lenguaje de la ficción. Un poco al modo
de esos juegos en que las chicas toman el té en tacitas invisibles y charlan
animosamente como si fueran adultas, aquí las frases se demoran, burbujean,
intrigan en el paladar con el fin de prolongar el ritmo de la narración o de
regodearse en la mentira. Walter Cassara, La Nación, Buenos Aires, 25
de septiembre de 2005.
La
novela (Perdida
en el momento) juega con un fenómeno
frecuente en las narraciones escritas por inmigrantes: la extrañeza
lingüística. De allí las oscilaciones de un idioma a otro, entre castellano e
inglés, o la inclusión de regionalismos del castellano. Pablo Ingberg, La
Nación, Buenos Aires, 22 de febrero de 2004.
Ella
dijo
Cuando
converso con alguien anoto mentalmente diálogos, historias posibles: todo me
parece escribible. No lo puedo evitar. Mi cerebro se formateó así. Un personaje
de Somerset Maughan en La luna y seis peniques dice: "La vida era un pretexto para
escribir". Araceli
Mariel Arreche http://www.generacionabierta.com.ar/notas/42/suarez.htm
Dos inéditos de Patricia Suarez
Pornografía para osos panda
Desde 2008, en la Reserva Natural Nacional Wolong,
en Chengdu, China, el zoólogo ShuiXian insiste en un Programa para la Reproducción
Natural de Osos Pandas en Cautiverio. El mismo consiste en exhibir a los osos
panda gigantes vídeos porno de otros osos durante el apareamiento, con los
fines de motivarlos y enseñarles a los espectadores panda a hacerlo con las
hembras en celo que les sean ofrecidas para la reproducción. Los pandas en
cautiverio, no sólo pierden el deseo sexual, sino que olvidan el modo en que
deben reproducirse. Además, el hecho de que el panda posea el pene demasiado
corto y la hembra la vagina demasiado larga, dificulta la reproducción natural.
Hasta ahora, el Programa es exitoso con el panda de Sechuán, Pú Gong Ying,
actualmente de casi diez años de edad, cuya excitación tras la visión de los
vídeos lo llevó a montar las tres hembras del Zoológico de Beijing que fueron
puestas a su disposición. De las tres hembras en cuestión, dos quedaron
preñadas y sus crías fueron saludables al momento de nacer. Por lo cual, el
programa ideado por Shui Xian, podría considerarse un 70% exitoso y llegaría a
reemplazar la inseminación artificial, método que se lleva a cabo en todos los
zoológicos del mundo que cuentan con osos pandas. Sin embargo, a pedido de un
tribunal de bioética, Shui Xian tendrá que afrontar un juicio en el cual la
esposa del zoólogo, la señora Xian, acusó a su esposo de administrarle en
secreto Viagra al animal. La señora Xian declaró que el Viagra utilizado con el
oso panda, era la misma prescripción que usaba su esposo, a lo largo de una
década de matrimonio y que ahora el “romance” en la pareja estaba decayendo.
Por orden del Tribunal, se suspendió la exhibición de pornografía para los
osos. Sin embargo, en las últimas semanas, los zoólogos de Chengdu se
sorprendieron al notar que la mano de Pú Gong Ying, el oso que fuera sometido a
la pornografía, ha desarrollado el llamado pulgar del pandas, una especie de
sexto dedo, que es en realidad una deformación del hueso sesamoideo de la
muñeca, y que fue objeto del ensayo del científico Stephen Jay Gould. Este dedo
que utilizan para cortar y descortezar el bambú, su alimento habitual, ahora Pu
Gong Ying, lo lleva una y otra vez a su pene, mientras mantiene los ojos
cerrados, una y otra vez…
Las rayas de la cebra
Investigadores de la
Universidad de Lund (Suecia) y la Universidad de Eötvös (Hungría), llegaron a
una conclusión revolucionaria respecto al por qué de las rayas de la cebra,
explicación que dejaría atrás diecisiete hipótesis formuladas por los
científicos con anterioridad, las cuales incluían, por ejemplo, el camuflaje y
la confusión óptica que producía al depredador
la cebra en movimiento durante la huida del mismo. Las investigaciones,
a través de ecografías realizadas a cebras en avanzado estado de gestación del
Parque Nacional de Tsavo, en Kenya, dieron por resultado que el feto es negro.
Las rayas blancas serían una mutación para evitar las dolorosas picaduras de
los tábanos, que asolan las tropillas de cebras. Los tábanos, como se sabe,
prefieren los colores oscuros para picar y de esta manera, al moverse, las
cebras los desestimulan. El doctor en biología genética y arqueólogo, Max
Lindgren, graduado por la Universidad de Estocolmo, llegó a unos particulares
planteos sobre el origen de la cebra. Según su ensayo Zebra yesterday and
today, una familia de pastores kikuyu fueron los primeros en producir
ejemplares de cebra doméstica, unos diez mil años atrás. La misma se usaba para
acarrear bultos y de esta manera ayudar a la economía familiar. Lindgren,
sostiene a través de sus estudios, que la cebra por aquel entonces era negra o
de un castaño muy subido, que sólo en contacto con las familias kikuyu mutó a
rayas. Por aquel entonces, la constitución familiar de los kikuyu era
poligámica, es decir, un hombre y varias esposas. No obstante, el jefe kikuyu
–quien era el poseedor principal de los sementales de cebra y de las yeguas
para parición- tenía una sola esposa, que debía cumplir el rol de varias,
especialmente a través de los discursos femeninos. La esposa del jefe kikuyu,
de nombre Fua, según consta en las antiguas crónicas orales del país, transcriptas
al alemán por Josep Berlinger de la Universidad de Göttingen (Alemania), era la
encargada de llevar las quejas de lo que ella creía ofensas del pueblo a su
persona: había sido insultada por las siervas, maltratada por quienes criaban
gallinas, vituperada por los cazadores, blanco de los chismes por parte de las
mujeres kikuyu, incluidas la suegra, las cuñadas, las hermanas, las primas y
las tías –objetos de devoción entre los kikuyu-, sin que el jefe kikuyu, su
esposo, hiciera nada de nada, absolutamente nada para poner fin a todos sus
pesares. Además, la mujer kikuyu, se quejaba de que cada día con su noche le
dolía la cabeza, el vientre, los dientes, los dedos, la espina dorsal, el
intestino delgado, los ojos, las rodillas, los pechos y la vagina endurecida a
fuerza de no hacer el amor como a ella le hubiera gustado con el jefe kikuyu.
El discurso de la queja de la esposa kikuyu comenzaba al caer el sol y podía
durar toda la noche. El sitio donde se cumplía el ritual era junto al pequeño
establo en que solían, los kikuyu, guarecer a las cebras. De aquí a que los
fetos por nacer que oían el discurso de la esposa kikuyu incorporaran las rayas
a su pelaje, hay un solo paso, explicó el doctor Max Lindgren quien a los pocos
meses fue, lamentablemente, expulsado de la Universidad.
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